Conocí a Malena gracias a uno de sus talleres gratuitos de cinco días. Me llegó la invitación en el momento justo, cuando necesitaba vencer mis trabas y activarme. Tenía un deseo muy profundo de llegar a mi objetivo y no lo conseguía, pero tampoco accionaba. Fue por eso que decidí iniciar un proceso más profundo, que me permitiera hurgar en mis temores y mis limitaciones. Después de seis sesiones de trabajo intenso y compromiso conmigo misma, Malena me dijo que todo eso que había alcanzando, era sólo un logro mío. Y es cierto, los logros fueron míos, pero nada de eso hubiera sido posible sin su conducción, sensibilidad y su mirada aguda. Malena me ayudó a romper el cascarón, sí, como a una niña. Me hizo ver a través de ejercicios de visualización y dramatización que podía mirarme a mi misma más amorosamente y ganar confianza. Y ahora, estoy encausada hacia mi objetivo y siento que nada ni nadie podrá detenerme. Gracias, Malena, por hacerme reír y llorar y recuperar esta vieja/nueva versión de mi.